La realidad actual, modificada de manera indefinida por la pandemia de COVID – 19, parece haber reconfigurado la forma de ver la vida, el trabajo e incluso los negocios. Un reciente estudio realizado por Deloitte, una de las más grandes firmas auditoras del mundo, revela que la industria automotriz no escapa a las expectativas, trastocadas o modificadas, de los consumidores.

En el estudio, realizado en México, por la sede central para Latinoamérica de la mencionada consultora, se pone de manifiesto la afectación sufrida, desde 2020, por el sector automotriz y cómo los cambios en la vida cotidiana han incidido en la reconfiguración de las expectativas a la hora de adquirir un vehículo.

En el estudio, al que se hace referencia en una publicación en su página web para Latinoamérica, Deloitte informa que “en el escenario actual, en el que el comercio internacional seguirá siendo impactado negativamente por las disrupciones globales, la inversión en tecnología y el cambio de enfoque para generar experiencias positivas a los consumidores serán fundamentales, a fin de que el sector se mantenga competitivo y mejore su panorama”.

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Lo que parece afirmar, una vez más, que el uso de nuevas tecnologías en la industria automotriz tendrán un peso muy importante para los consumidores en el futuro inmediato. “La seguridad y el rendimiento per se, no parecen serlo todo a la hora de comprar un carro. Las personas desean obtener mayor confort y confiabilidad y parece que ambos aspectos los delegan en el uso de las tecnologías”, afirma Antonio Yammine Saade, miembro de la junta directiva del Grupo Empresarial Sayam, consorcio venezolano dedicado a la industria automotriz por más de tres décadas.

Y es que, de acuerdo con el Estudio Global del Consumidor Automotriz de Deloitte 2022, “entre los consumidores jóvenes existe un mayor deseo de utilizar esta clase de plataformas al momento de comprar un vehículo, ya que ofrecen una mejor experiencia, más rápida e informada”. Añade además que “por esta razón, será aconsejable que las marcas y los dealers que desean seguir moviendo su inventario de vehículos ligeros comiencen, desde ahora, a cambiar su enfoque de servicio y de inversiones hacia la mejora de la experiencia de los consumidores, por medio de herramientas digitales”.

Frente a estas expectativas, Yammine Saade, experto en la materia, considera que “no solo se trata de las expectativas tecnológicas que posee el vehículo, sino también las herramientas de asistencia y soporte al consumidor, que van desde poder responder a inquietudes sobre el funcionamiento del auto, hasta la posibilidad de fijar una cita con los distintos concesionarios de la marca o con los departamentos de un dealer”.

De hecho, “la inteligencia artificial, de análisis, de construcción de escenarios virtuales, de predicción de costos de calidad, etcétera, son tecnologías que algunas empresas ya están aprovechando para posicionarse mejor en el mercado. Esta situación, en la que un competidor toma la ‘delantera’ en la carrera, impulsará a las demás compañías a seguirlo, para no quedarse estancadas”, dice Deloitte en su publicación.

Hasta hace poco, con frecuencia, el número de sucursales y el diseño de su espacio físico eran algunas de las prioridades de inversión de las empresas del sector automotriz. Sin embargo, la realidad actual les obliga a voltear su mirada hacia las herramientas digitales como recurso primordial para satisfacer las distintas preferencias de consumo por cada segmento poblacional. “En este sentido, el Grupo Empresarial Yammine, ya se encuentra adelantando investigaciones que nos permitan adaptarnos a las exigencias del mercado venezolano”, concluyó Antonio Yammine Saade.